• Incrementar el conocimiento técnico del recurso suelo y relacionarlo con una agricultura sostenible.

    • Capacitar a los profesionales del sector, frente a unas exigencias ambientales cada vez mayores, en prácticas sostenibles que garanticen explotaciones viables.
    • Fomentar modelos de agricultura baja en carbono.
    • Aumentar la resilencia de los profesionales del sector.